En un avance científico de gran relevancia para la industria de la energía y el medio ambiente, investigadores han logrado un hito en la tecnología de almacenamiento energético al desarrollar una batería de sal marina con una capacidad de almacenamiento cuatro veces superior a la de las baterías de litio en uso en la actualidad.
Según informa World Energy Trade, esta notable innovación se basa en el uso del sulfuro de sodio, un compuesto extraído del agua de mar, lo que la convierte en una alternativa ecológica y económicamente viable.
El Dr. Shenlong Zhao, líder de esta investigación llevada a cabo en la Universidad de Sídney, expresó que este avance tiene el potencial de revolucionar el campo de las energías renovables: “Nuestra batería de sodio no solo tiene la capacidad de reducir significativamente los costos, sino que también podría cuadruplicar la capacidad de almacenamiento en comparación con las baterías de litio convencionales”.
Este desarrollo adquiere un valor crucial en el contexto actual, donde la búsqueda de soluciones de almacenamiento se torna apremiante para enfrentar la naturaleza intermitente de fuentes renovables como la solar y la eólica. A medida que estas fuentes se integran cada vez más en nuestra matriz energética, la demanda de baterías de alto rendimiento se ha vuelto imperante.
La batería de litio, en la que recae actualmente el enfoque predominante, presenta desafíos tanto ambientales como de suministro. La extracción de litio ha sido objeto de críticas debido a su impacto en los ecosistemas y a la sobreexplotación de los recursos hídricos. En contraposición, la batería de sal marina aprovecha una fuente más abundante y amplia: el agua de mar. Esto podría abrir una vía para resolver los problemas de escasez de recursos y la dependencia de metales raros.
Si bien las baterías de sales fundidas no son una novedad en sí mismas, esta última creación marca un cambio de paradigma en el campo. Los científicos han optimizado los electrodos, mejorando la capacidad de almacenamiento mediante modificaciones en la reactividad del azufre, un elemento clave en el proceso.
Como resultado de estas optimizaciones, la batería de sal marina muestra un rendimiento excepcional y una vida útil prolongada en condiciones de temperatura ambiente. Además de su capacidad mejorada, esta batería ofrece una alternativa escalable. Dado que el agua de mar es un recurso globalmente disponible, esta tecnología podría democratizar el acceso al almacenamiento energético en todo el mundo.
El artículo fue publicado por Guy Acurero en FayerWayer. Este avance no solo promete un futuro más brillante para la energía renovable, sino que también podría marcar un punto de inflexión en la búsqueda de soluciones sostenibles para nuestras necesidades energéticas en constante evolución.