La Asociación Nacional de Importadores de Motocicletas (ANIM) ha levantado la voz sobre las deficiencias críticas detectadas en un nuevo proyecto de ley que busca hacer obligatorio para los motociclistas portar cascos marcados con la placa patente de su vehículo en uso.
En un pronunciamiento público, ANIM ha expresado su inquietud respecto a las serias carencias presentes en una reciente propuesta legislativa que plantea la obligación de que los conductores de motocicletas lleven cascos que presenten la placa patente de su vehículo adherida de manera visible.
Este proyecto de ley, que ha superado la etapa de revisión en la Comisión de Transportes de la Cámara de Diputados y Diputadas en su segundo trámite constitucional, introduce la normativa que exige que tanto el piloto como el acompañante de una motocicleta usen cascos que lleven claramente marcada la placa patente del vehículo. ANIM argumenta que esta propuesta resulta inadecuada tanto desde una perspectiva de seguridad personal de los usuarios como por las posibles repercusiones negativas que podría traer a un sector laboral esencial para la nación.
El Boletín 15077-15, que busca introducir enmiendas a la Ley de Tránsito, se encuentra listo para ser debatido en el parlamento en el futuro cercano. Entre las modificaciones planteadas, se incluye la disposición que los cascos deben llevar adherida la placa patente del vehículo motorizado, con instrucciones precisas sobre cómo realizar esta adherencia, el tamaño y el color de las letras y números, los cuales serían especificados en un reglamento emitido por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones.
ANIM resalta enfáticamente que el casco es un elemento de seguridad individual y separado del vehículo, y que su diseño y ajuste se ajustan a estándares internacionales con el propósito de asegurar la protección en caso de accidentes. Debido a su naturaleza personalizada para cada usuario, compartimentarlo entre diferentes vehículos resulta ineficaz y poco adecuado.
La imposición de la placa patente en los cascos plantea desafíos significativos, particularmente para los motoristas involucrados en actividades económicas como el reparto de mercancías, cuyos vehículos en uso cambian dinámicamente. Además, ANIM destaca la ausencia de pruebas sustanciales que respalden la noción de que esta medida tenga un impacto positivo en la reducción de la delincuencia.
Cristián Reitze, presidente de ANIM, declaró que “la imposición de esta norma no solo generaría inconvenientes y gastos adicionales para los motociclistas y las empresas, sino que también podría comprometer la seguridad de las personas, dado que los cascos se ajustan individualmente según la morfología craneal de cada usuario”.
Agregando a las preocupaciones planteadas, la nueva regulación también afectaría actividades como servicios de mantenimiento, pruebas en ruta y evaluaciones de manejo, que requieren cambios frecuentes de vehículo. ANIM argumenta que la supervisión y aplicación de esta medida serían extremadamente desafiantes.
ANIM hace un llamado respetuoso pero enérgico a la Cámara de Diputados para que reconsidere esta propuesta específica dentro del proyecto de ley, tomando en cuenta las preocupaciones expresadas. La Asociación subraya que esta normativa sugerida podría tener un impacto negativo en las actividades y en la seguridad de aquellos que confían en las motocicletas como su medio de transporte diario, sin presentar pruebas sustanciales de su eficacia en la lucha contra la delincuencia.