Las jóvenes residentes de la Residencia Familiar Femenina Luis Beretta Porcel, acompañadas por sus monitoras y la encargada de vida familiar María Eugenia Thollander, demostraron su altruismo y compasión al recorrer las calles de Arica para llevar alimento y calidez a los perros callejeros durante la temporada invernal.
El espíritu solidario y la empatía siempre encuentran un espacio en los corazones de las personas. En esta ocasión, las adolescentes de la Residencia Familiar Femenina se unieron a sus monitoras y a la encargada de vida familiar (EVF) María Eugenia Thollander para llevar a cabo una significativa acción. Juntas, se aventuraron por diferentes rincones de Arica, provistas de comida, agua y ropa de abrigo, con el objetivo de brindar sustento y amor a los adorables “peluditos” que viven en las calles.
Esta noble iniciativa se enmarca en la visión de promover el compromiso y la empatía en relación al cuidado responsable de las mascotas. A través de este gesto, se busca generar conciencia sobre conductas abusivas hacia los animales y fomentar acciones protectoras en favor de su bienestar.
Como parte de la dinámica de grupo, las jóvenes también participaron en la confección de abrigos especiales para los perros, transmitiendo un mensaje fundamental: la importancia de tomar medidas preventivas para reducir la sobrepoblación de animales sin hogar.
El entusiasmo y participación destacados de las jóvenes en esta iniciativa refuerzan su compromiso con el bienestar animal y el deseo de marcar una diferencia positiva en la comunidad. Debido a la cálida acogida que tuvo esta actividad, se contempla repetirla mensualmente, permitiendo así que el espíritu de generosidad y compasión continúe beneficiando a los peludos compañeros de vida que enfrentan el frío invierno en las calles de Arica.